lunes, 18 de julio de 2011

AL GORE: OTRA MANERA DE HACER LAS COSAS

Ya se ha comentado en la entrada anterior lo bien colocados que están algunos políticos españoles en consejos de administración o en tareas de "asesoramiento" una vez deciden terminar con su carrera política. La lista es larga: a los ex-presidentes cabría añadir también a ex-vicepresidentes, ex-ministros y ex-altos cargos del gobierno, toda una variopinta y alegre muchachada que a sus pensiones y gastos públicos añaden una suculenta tajada monetaria del sector que antaño regularon y sobre el cual legislaron. ¿Cadena de favores? ¿Pago descarado por los servicios prestados?
El caso es que no todos los políticos (¡albricias!) tienen el mismo comportamiento. Hace escasos días se conocía que el ex-vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, preparaba un nuevo asalto en su carrera por dar a conocer la magnitud del cambio climático que está ocurriendo en nuestro planeta. Se trata de un evento audiovisual de 24 horas de duración (su título será 24 Hours Of Reality) que se emitirá en directo en streaming los días 14 y 15 de septiembre. El contenido del evento serán las vivencias de personas que viven en todos los puntos del planeta en lugares donde el impacto del cambio climático no sólo es una certeza, sino también una tragedia. En el macroprograma también intervendrá (cómo no) el propio Al Gore, rodeado de un grupo de científicos, celebridades, líderes sociales y ciudadanos preocupados por el deterioro mediomabiental. Suena muy americano, es cierto, pero... ¿no sabe a gloria en comparación a las dudosas y etéreas actitividades de nuestros antiguos líderes?
El caso de Al Gore es desde luego bien curioso. Fue vicepresidente de los Estados Unidos durante ocho años bajo la presidencia del demócrata Bill Clinton. Luego se presentó a las elecciones presidenciales, que perdió ante el republicano George W. Bush por la manipulación electoral de las célebres "papeletas mariposa" del estado de Florida. Después de eso, unos años de silencio, el regreso a sus actividades académicas, y su reaparición en la arena pública patrocinando el documental Una verdad incómoda, en el cual denunciaba el progresivo deterioro de las condiciones naturales de la Tierra que el cambio climático estaba provocando.
Aunque controvertida (se le ha acusado de diversos dislates, intereses económicos, aventuras sexuales, contradicciones, etc.), su figura se ha ido agrandando con el tiempo. Como mínimo ha hecho algo positivo: se ha movido y ha promovido una conciencia planetaria globalizada (al menos en su vertiente medioambiental), un tipo de conciencia que hoy necesitamos como el propio oxígeno que respiramos. Sólo por eso, el señor Al Gore se merece un respeto.

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